Cognição e reserva cognitiva em idosos : um estudo longitudinal

Abstract

En el proceso de envejecimiento hay modificaciones en las condiciones biológicas, psicológicas y sociales del individuo, que pueden traer perjuicios en la salud mental y física, así como la disminución de las funciones cognitivas de los ancianos. El concepto de reserva cognitiva viene siendo cada vez más estudiado, buscando comprender cómo el cerebro se adapta a los procesos de degeneración y la compensación de los déficits ocurridos resultantes tanto de procesos patológicos, como del envejecimiento normativo. La reserva cognitiva es un constructo hipotético, que se caracteriza por la discrepancia entre la gravedad de una patología subyacente y las manifestaciones clínicas de ancianos cognitivamente preservados. El modelo activo de reserva cognitiva considera que la existencia de diferencias individuales en las funciones cognitivas o neurales posibilitan a las personas lidiar de forma más efectiva con los daños cerebrales resultantes del proceso neurodegenerativo del envejecimiento normal. Objetivos: El objetivo general de esta tesis fue investigar el funcionamiento cognitivo, la reserva cognitiva y los síntomas de ansiedad y depresión en ancianos no clínicos, en un intervalo de cuatro años. Para ello, se realizaron tres estudios, uno de ellos teórico, que trató de identificar las variables que contribuyen a la reserva cognitiva en ancianos. Los otros dos, fueron estudios empíricos. El primero tuvo como objetivos comparar el funcionamiento cognitivo de ancianos en el intervalo de cuatro años y verificar si las variables sociodemográficas explicaban la variación del funcionamiento cognitivo de los participantes longitudinalmente. El segundo estudio investigó las características sociodemográficas, funcionamiento cognitivo, reserva cognitiva y síntomas de depresión y ansiedad de ancianos y verificó qué variables contribuyen a una medida indirecta de reserva cognitiva de ancianos en un intervalo de cuatro años. Método: Se trata de una investigación longitudinal, en la que se evaluaron 64 ancianos no clínicos, residentes de la gran Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil, en los años de 2013 y de 2017. Los instrumentos utilizados en la recolección de los datos fueron: ficha de datos sociodemográficos y clínicos; Mini-Examen del Estado Mental (MEEM); Subtestes de Códigos y Dígitos de la Escala de Inteligencia Wechsler para Adultos - WAIS-III; Trail Making Test (TMT); Fluidez verbal (categoría animal); Rey Auditorio-Verbal Learning Test (RAVLT); Inventario de Ansiedad de Beck (BAI); Escala de Depresión Geriátrica (GDS-15). La descripción de los datos fue realizada por medio de frecuencias absolutas (n) y relativas (%) para variables cualitativas, y por media y desviación estándar para variables cuantitativas. Para verificar la asociación entre las variables evaluadas se utilizaron las correlaciones de Pearson o de Spearman, según la distribución de los datos, de acuerdo con el resultado del test Kolmogorov-Smirnov. Para verificar el poder predictivo de las variables, se realizaron Análisis de Regresión Lineal Múltiple. Se analizaron los pesos de regresión estandarizados y no estandarizados, intervalos de confianza, significancia estadística y la varianza explicada por los modelos establecidos. Resultados: La mayoría de la muestra evaluada, es decir,el 81,3%, fue de mujeres. El promedio de edad fue de 69,17 años (DT = 6,12, amplitud de 60 a 83) en la primera etapa y de 73,19 años (DT = 6,12, amplitud de 64 a 87) en la segunda etapa. El promedio de años de estudio fue de 12,67 años (DT = 5,2) y 30,78 años de actividad profesional (DT = 12,59). En relación a la diferencia del desempeño cognitivo en el intervalo de cuatro años, se identificó que los participantes presentaron declinación en el funcionamiento cognitivo global, memoria episódica verbal tardía y velocidad de procesamiento. En cuanto a los componentes que contribuyeron a una medida indirecta de reserva cognitiva, se encontró que la ansiedad fue la principal variable predictora, así como la realización de actividades cognitivamente estimulantes, como el uso de aparatos electrónicos, aprendizaje de otro idioma, crucigramas y años de estudio, edad y vivir con otra persona. Conclusión: A pesar de que las diferencias encontradas en el desempeño cognitivo de ancianos en el intervalo de cuatro años alcanzaron el nivel de significación estadística, se resalta que la disminución encontrada no apunta a un declive cognitivo. Sin embargo, estos resultados demostraron una tendencia al declive cognitivo con el paso de los años, incluso en ancianos no clínicos. En relación a las variables contribuyentes a la reserva cognitiva, los resultados indicaron que la ansiedad se relacionó de forma negativa con reserva cognitiva, así como la variable edad. La realización de actividades cognitivamente estimulantes, años de escolaridad y vivir con alguien fueron consideradas como contribuyentes para la reserva cognitiva de ancianos.

During the aging process there are changes in the individual's biological, psychological and social conditions, which can lead to impairments in mental and physical health, as well as a reduction in the cognitive functions of the elderly. The concept of cognitive reserve has been increasingly studied, aiming to understand how the brain adapts to the processes of degeneration and compensates for the deficits that occur due to both pathological processes and normative aging. Cognitive reserve is a hypothetical construct, which is characterized by the discrepancy between the severity of underlying pathology and the clinical manifestations of cognitively preserved elderly. The active cognitive reserve model considers that the existence of individual differences in cognitive or neural functions enable people to deal more effectively with the brain damage resulting from the neurodegenerative process of normal aging. Objectives: The general objective of this thesis was to investigate cognitive functioning, cognitive reserve and symptoms of anxiety and depression in non-clinical seniors within a period of four years. For this, three studies were carried out, one theoretical, that aimed to identify the variables that contribute to the cognitive reserve in the elderly. The other two, however, were empirical studies. The first one had as objectives to compare the cognitive functioning of the elderly in the period of four years and to verify if the socio-demographic variables explained the variation of the cognitive functioning of the participants longitudinally. The second study investigated the sociodemographic characteristics, cognitive functioning, cognitive reserve and symptoms of depression and anxiety in the elderly, and verified which variables contribute to an indirect measure of the cognitive reserve of the elderly in an interval of four years. Methods: This was a longitudinal study, in which 64 non-clinical elderly individuals from Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brazil, were evaluated in 2013 and 2017. The instruments used in the data collection were: sociodemographic and clinical data; Mini-Mental State Examination (MMSE); Wechsler Intelligence Scale Codes and Digits Subtests for Adults - WAIS-III; Trail Making Test (TMT); Verbal fluency (animal category); Rey Auditory-Verbal Learning Test (RAVLT); Beck Anxiety Inventory (BAI); Geriatric Depression Scale (GDS-15). The data were described by means of absolute (n) and relative (%) frequencies for qualitative variables and by the mean and standard deviation for quantitative variables. In order to verify the association between the evaluated variables, the Pearson or Spearman Correlations were used, according to data distribution, according to the Kolmogorov-Smirnov Test result. To verify the predictive power of the variables, Multiple Linear Regression Analysis was performed. We analyzed the standardized and non-standardized regression weights, confidence intervals, statistical significance Results: The majority of the sample evaluated, 81.3%, were women. The mean age was 69.17 years (SD = 6.12, range 60-83) in the first stage and 73.19 years (SD = 6.12, amplitude 64-87) in the second stage. The mean number of years studied was 12.67 years (SD = 5.2) and 30.78 years of professional activity (SD = 12.59). Regarding the difference of the cognitive performance in the interval of four years, it was identified that the participants showed a decline in the global cognitive functioning, late verbal episodic memory and processing speed. Concerning the components that contributed 15 to an indirect measure of cognitive reserve, it was found that anxiety was the main predictor variable, as well as the performance of cognitively stimulating activities, such as age, years of study, living with another person, the use of electronic devices, doing crosswords and learning another language. Conclusion: Although the differences found in the cognitive performance of the elderly in the interval of four years are statistically significant, it is emphasized that the decrease in the scores did not indicate a cognitive decline. However, they have shown a tendency to cognitive decline over the years, even in non-clinical elderly. Regarding the variables contributing to the cognitive reserve, the results indicated that anxiety was negatively related to cognitive reserve, as well as the variable of age. On the other hand, the realization of cognitively stimulating activities, years of study and living with someone were considered as contributors to the cognitive reserve of the elderly.